San Luis Potosí, SLP.- El jueves pasado Kenia acudió al hospital de Zapata del IMSS porque presentaba dolores en la rabadilla, con 23 semanas de gestación, desde que llegó el personal le dijo que su bebé no se lograría debido a que aún era muy pequeña.
A pesar de la situación, la dejaron sola en una camilla, en donde sin ayuda de personal médico o de enfermería, dio a luz su bebé, ella misma tuvo que sujetarla cuando sintió que había salido, con gritos llamó al personal que entonces presuroso la llevó a la sala de expulsión para cortar el cordón umbilical y limpiar a la madre.
No querían permitirle ver a la bebé, pero hubo una mujer que accedió y la dejó tenerla en sus brazos, «la tuve, la abracé, la vi, ella abrió su boquita y respiró dos veces, aproveché para saber cómo era, estaba completa, tenía sus piecitos, sus manitas, su cabello».
Luego le pidieron que la entregara y lo hizo, acompañando a la bebé de una imagen de la virgen de Guadalupe. Después perdió la conciencia a causa de la anestesia y despertó en el área de Recuperación; le preguntaron qué haría con el cuerpo de su bebé y les dijo que se la llevaría.
Mientras tanto, en el exterior su esposo Juan Gerardo pedía informes una y otra vez sin tener respuesta, Kenia había ingresado alrededor de las 6 de la tarde del jueves, pero fue hasta el viernes a las 11 de la mañana cuando le comunicaron que su bebé había fallecido durante el parto, le preguntaron qué haría con el cuerpo y él les dijo que tenía que consultarlo con su esposa, pero no le permitieron verla sino hasta más tarde.
La pareja decidió que se llevarían el cuerpo de la bebé para ser cremado, así que Gerardo acudió con personal de una funeraria para solicitar que le entregaran a su hija.
En el IMSS abrieron un primer refrigerador en el que estaba el cuerpo de un bebé envuelto en una cobija blanca, no correspondía a la descripción del acta de defunción, así que el encargado buscó en otro refrigerador, pero tampoco estaba, Gerardo dio la referencia que le había hecho Kenia: una cobija azul y la estampa de la virgen, pero en ninguno de los refrigeradores fue encontrada.
El joven padre recibió la sugerencia de un conocido, de hacer la denuncia, así que llamó al 911 y acudió un policía de investigación que recogió su testimonio y el de un médico, después le pidió a Gerardo acudir a la Fiscalía para tomarle su declaración formal.
Desde el jueves que nació la pequeña Victoria Elizabeth hasta este domingo, el IMSS no ha sabido informar en dónde se encuentra el cuerpo de la bebé o qué pasó con él, por lo que la pareja pide a las autoridades tomar cartas en el asunto, pues temen que incluso haya más casos como el suyo.
Por su parte, la delegación estatal del IMSS no ha brindado información oficial sobre este caso pese a que se le ha solicitado.
